Podemos convertir las rutinas en un espacio de encuentro, cuidado y juegos divertidos.
El contacto con el arte desarrolla la sensibilidad y permite contemplar y conocer el mundo con una nueva morada.
Con las pequeñas grandes cosas podemos hacer momentos especiales para disfrutar sólo o en compañía. Sólo falta poner el cuerpo y la mente en acción.
Opciones seguras y novedosas para acompañar la niñez en el acercamiento al conocimiento de los objetos, los primeros contactos con el mundo que lo rodea, en el inicio de los desplazamientos y el desarrollo de los sentimientos.
Para inventar, crear, imaginar y disfrutar. Proponemos escenarios, ellos ponen sus interpretaciones. Ficción y realidad se conjugan y hacen del «como si» una experiencia única.